La pineal 1
Historia Los monjes tibetanos hablaban, y aún lo hacen hoy en día, de un tercer ojo, situado aproximadamente en el centro del cerebro y entre los ojos, que había sido el centro de la clarividencia y de la intuición, y que en el decurso de los tiempos se había ido atrofiando, por lo que era necesaria su recuperación. Posteriormente se asociaría este tercer ojo con la glándula pineal. La existencia de la epífisis o pineal se conoce desde hace más de 2000 años. Galeno en el siglo II, escribió que a los anatómicos griegos le había llamado la atención la situación particular de dicha glándula, concluyendo que servía de válvula para regular el flujo del pensamiento, que se creía almacenado en los ventrículos laterales del cerebro. Descartes, en el siglo XVII, expresó su creencia que la pineal era la sede del alma racional. Para él, las sensaciones percibidas por los ojos llegarían a la pineal, de la que partirían hacia los músculos, los cuales producirían las respuestas adecuadas. Los estu