Cómo practicar Ho'oponopono
Esta es una maravillosa herramienta hawaiana de resolución de problemas
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Pregúntate ¿Qué hay en mí que puede causar o estar relacionado con esta situación o problema?
¿Qué memorias están relacionadas?
¿Qué patrones y conductas repito?
¿Cómo me comporto en el problema o situación? Cómo lo resuelvo?
¿Qué pienso del asunto?
¿Cómo me siento acerca del asunto? ¿Hay rabia, miedo, culpa… relacionados?
¿Qué puedo hacer para mejorar la situación?
Apunta todos tus descubrimientos en una libreta. Date cuenta de tus conductas a nivel mental, emocional o de actitud.
Actitudes para el Ho’oponopono
Siempre que hagas Ho’oponopono debes considerar, a cada momento, estos aspectos:
Inspiración: mientras reflexionas o haces la limpieza, siempre debes estar abierto a escuchar la información que te proporciona la inspiración. A lo mejor te viene un recuerdo a la memoria, una asociación emocional, la consciencia de un patrón de conducta que repites, algo que has deseado a menudo. Mucha de esta información estará al alcance de tu consciente al plantear el problema, pero otra mucha aflorará como inspiración durante el problema.
Arrepentimiento: Toma la responsabilidad de haber aceptado y/o generado una serie de patrones, de creencias, de memorias y de asociaciones emocionales. Toma la responsabilidad que has tenido en mantenerlas, y la que tienes en transformarlas. Se consciente que todo lo que hay en tu vida es creado a través de tus memorias. Nada en tu realidad es incompatible con ellas. Siempre que tengas consciencia de alguna memoria, patrón o conducta no acertada debes entender que no debiste hacerlo (aunque todos tenemos derechos a equivocarnos), hasta el punto de decidir que nunca volverías ni volverás a repetirla. Escoge otra conducta mejor o el método para aprender a comportarte mejor.
Reparación: Siempre que te das cuenta de una acción, de una manera de pensar o sentir incorrecta debes corregir el error desde tu mente consciente. Si causaste daño, reconoce tu error, abandona las excusas, pide perdón e intenta reparar el daño. Si tu manera de actuar, sentir y pensar no son las mejores, escribe cómo te gustaría hacerlo. Busca la manera de aprender a hacerlo mejor. Si te das cuenta de una conducta errónea, de una manera de pensar o sentir que tienes que mejorar y, como mente consciente, decides no hacer nada (es decir, continuar con el error) y simplemente repetir frases y oraciones para que la divinidad interna lo cambie todo no pasa nada (nunca te va a obligar a un cambio es escoges persistir). Así que decide que cambios harás, que conductas aprenderás, cómo pedirás perdón…
Equilibrio: confía en el proceso, confía en los Yo básico y superior también están trabajando y haciendo su parte. Si la mente consciente tiene su colaboración, podrás transformar tus conductas, patrones y creencias con mucha más facilidad. Tienes que estar dispuesto a perdonar y liberar. Renuncia a exigir una reparación si te has sentido dañado ya que si esperas sigues ligado al problema en lugar de liberarte.
Paso 1: Relajación y respiración Ha
Ahora vas a empezar la limpieza propiamente. Busca una posición cómoda, usa un método de relajación, haz una carga energética (te recomiendo usar la respiración Ha tal como nos enseña Morrnah). Ya estás listo para liberarte.
Paso 2: Diálogo con las mentes para pedir Ho’oponopono
Realiza estos pasos:
Toma consciencia de que la mente consciente aceptó o creó una memoria almacenada en la mente subconsciente, y que está memoria es la fuente creadora de una situación pasada, presente o futura. La mente consciente no puede nunca conocer plenamente estas memorias.
Pide a la mente subconsciente, con amor y humildad, que eleve la petición de limpiar a la Divinidad Interna, con la carga de energía vital construida con la respiración.
Ahora sabes que la mente supraconsciente ha sido invitada, que participa en el proceso, que evalúa las memorias, que puede enviarte inspiraciones.
Permanece abierto al cambio, al flujo de energía sanadora, al borrado de memorias y a la inspiración.
Paso 3: Cambio de visión
Siempre que te quedes encallado en el proceso prueba con lo siguiente:
Habla con las cosas y las partes del cuerpo. Agradéceles su participación en tu vida. Especialmente si también sufren para dar respuesta a tus memorias.
Considera que las personas son seres de luz perfectos que están dispuestos a sufrir, generar sufrimiento y hacer cosas incorrectas y a veces absurdas, sólo porque unas memorias tuyas tienen que transformarse en tu realidad.
Pide perdón a las cosas y personas por los guiones que has creado para ellos. Expresa tu deseo de cambiar tus patrones y la convicción de que es posible. Escucha otra vez la inspiración.
Pide que se produzca el aprendizaje para la transformación de estas memorias. Libera para poder quedar liberado. Renuncia a las memorias para que el mundo, las personas y las cosas puedan mostrarte su perfección.
Paso 4: Mantén la atención con las 4 frases
Cuanto más rato dure la práctica mejor. Después de todo lo anterior resulta interesante mantener la atención de la mente consciente en el proceso sin que esté haciendo nada más que estar presente (ni pensar, ni evaluar, ni valorar el problema). Así que ponla a repetir las cuatro frases, e intenta que tengan sentido y que conecte con la responsabilidad, el cambio, el amor y el agradecimiento. Repite con el orden que te parezca, insiste con una y luego otra o haz las cuatro seguidas:
Lo siento
Pido perdón
Te amo
Gracias
Otra opción es repetir como una letanía la oración de Morrnah. O incluso, si ya has conectado con ellas, las palabras gatillo.
Paso 5: Cierra el proceso con agradecimiento
Da las gracias a la mente subconsciente y supraconsciente. Date las gracias como mente consciente. Agradece la participación, la comunicación, el trabajo, la limpieza y el resultado sea el que sea. Confía en que la divinidad interna traerá lo mejor para ti (especialmente si sigues trabajando y borrando). Escucha la inspiración o si surge alguna perspectiva nueva sobre la situación. Da por cerrada la práctica por hoy, declarándolo en voz alta o baja, con un sentimiento de perdón, amor y agradecimiento.
Repite este proceso varias veces
De esta manera vas borrando memorias progresivamente, vas mejorando tu actitud, te liberas de culpas y resentimiento de manera gradual. Todo esto va a facilitar una cada vez mejor comunicación entre los tres aspectos del Yo, en relación al problema. Así, cada vez que practiques Ho’oponopono para solucionar o en relación a algo, tendrás más oportunidades de alcanzar toda la información y limpiar más profundamente tomando más consciencia de tus memorias, de la inspiración y de las conductas que debes cambiar
Ho’oponopono en situaciones cotidianas
El trabajo anterior suele resultar imprescindible. Hemos dicho que hay que repetirlo. Pero existe la posibilidad de reforzarlo durante los momentos cotidianos, en cualquier momento y lugar. Es especialmente importante cuando la mente empieza a divagar (paseándose por las memorias reforzándolas) o darle vueltas al problema/situación.
Toma consciencia del problema, el análisis ya lo has hecho y profundizarás en otro momento.
Declara interiormente que empezarás el proceso.
Busca una manera de relajarte y haz algún sistema de respiración energizadora.
Mantén el diálogo con las tres mentes pidiendo limpieza.
Repite las 4 frases o las oraciones.
Escucha en todo momento la inspiración que pueda surgir.
Conecta con una sensación de amor, perdón y agradecimiento, creando una carga positiva mientras dura la práctica.
Puede que te distraigas o tengas que atender algo que ocurre en tu entorno. Simplemente vuelve a la situación, y continúa con las frases u oraciones.
Cuando quieras acabar, agradece la participación de las tres mentes y establece que la práctica ya terminó por el momento.
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