Centros energéticos/chakras-nivel 2

 

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todos ellos pone en movimiento determinadas vibraciones que determinan nuestra frecuencia y recuerda que la frecuencia interna “resuena” es decir atrae o repele frecuencias externas así que lo que experimentamos en nuestra vida no es una casualidad sino el resultado de nuestra vibración y frecuencia.
Todo pensamiento, intención, sentimiento, deseo o acto ¡Vibra! así que debemos darnos cuenta de ello y aprovechar nuestro libre albedrío para ELEGIR como queremos vibrar y en consecuencia como queremos vivir.
La importancia de tu Frecuencia
Como he dicho antes las frecuencias se miden en hercios o Hertz (Hz), un Hercio es una unidad física usada para medir la frecuencia de ondas y vibraciones y equivale a un ciclo por segundo, un Mega Hercio (MHz) es igual a un millón de hercios.
Entre más alta es la frecuencia más rápido vibra la onda creando vida pero cuando la frecuencia es baja la vibración es más lenta.
Esto tampoco es magia pues lo podemos comprobar con situaciones tan sencillas como la frecuencia cardiaca que es el número de veces por minuto que nuestro corazón late.
La frecuencia cardiaca se expresa clínicamente en latidos o batidos por minuto (BPM) pero también se puede medir en Hertz solo que los Hertz son la cantidad de ciclos o eventos (en este casos el evento seria un latido) que ocurren en un segundo en vez de en un minuto.
Así pues todos nuestros órganos tienen una frecuencia y esto ha sido comprobada pues en 1992 el Biólogo Bruce Tainio llevo a cabo el estudio de la frecuencia vibratoria del cuerpo humano y concluyó que un cuerpo sano tiene una frecuencia durante el día de 62 a 72 MHz y que cuando se reduce la frecuencia vibratoria de una persona, el sistema inmunológico se ve comprometido.
Si la frecuencia se reduce a 58 MHz, aparecen los síntomas del resfriado o la gripe, en una frecuencia de 55 MHz  empiezan las infecciones virales, a 42 MHz sobreviene el cáncer y a los 20 MHz se inicia la muerte.
Todo lo que comemos, ingerimos, inhalamos y nos untamos en nuestra piel tiene una frecuencia que afecta a nuestro cuerpo físico por ejemplo los vegetales frescos tiene una frecuencia de 15 MHz, las hortalizas de 12 a 22

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MHz y hay alimentos que están por encima de los 50 MHz como el Cacao, el limón y el alga espirulina.
En cambio, los productos procesados, con químicos tóxicos y de origen animal tiene una frecuencia muy baja que afecta nuestra vibración FISICA y ENERGETICA pues los alimentos son la fuente de donde nuestro cuerpo obtiene los nutrientes necesarios para generar ENERGIA.
Por su parte los ingredientes de los cosméticos que utilizamos se absorben en mayor o menor medida por la piel de manera que también nutren o intoxican a tu organismo, suben o bajan tu vibración, de ahí la importancia de preferir cosméticos naturales, frescos, orgánicos y biológicos.
Así mismo cada enfermedad tiene una frecuencia y ciertas frecuencias evitan el desarrollo de la enfermedad y aniquilan virus y bacterias lo cual fue comprobado por el Dr. Royal Rife en los años 30´s.
Ahora bien nuestra frecuencia vibratoria no solo depende de nuestro cuerpo físico sino también de nuestros “otros cuerpos” pues así como “vibran” los alimentos también lo hacen los pensamientos y por ende las emociones, las acciones, las palabras  e intenciones (recuerda que los cuerpos SUPERIORES controlan a los cuerpos INFERIORES).
La relación mente, emociones y cuerpo está científicamente comprobada por muchos estudios así que decir que “Tus pensamientos se convierten en tu realidad” no es un cliché de la nueva era sino una certeza científica.
Visión, Pensamientos, Emociones y Vibración
Nuestros pensamientos son producto de nuestra percepción, es decir de nuestra forma de ver las cosas, nuestra visión  o nuestra consciencia (aquello de lo que nos damos o no nos damos cuenta), por su parte las emociones son reacciones que nuestro cuerpo produce como consecuencia de los pensamientos y cada emoción tiene una diferente frecuencia vibratoria.  
En el 1996 el Dr. David R. Hawkins (reconocido Psiquiatra, Escritor e Investigador) publicó un libro llamado “El poder contra la fuerza” en el cual nos ofrece un mapa de los campos de energía conocido como el “Mapa de la Conciencia”.

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En este mapa Hawkins nos explica como los diferentes niveles de consciencia (visión) corresponden con ciertas emociones, ciertos filtros de percepción y  ciertos niveles de energía.  
Hawkins nos ofrece una escala que va del 0 (muerte) al 1000 (iluminación) en base a la cual podemos calibrar nuestra frecuencia vibracional es decir medirla en comparación con este patrón de referencias.
En el estado más alto de la escala (1000) se encuentra la iluminación un estado de unión o conexión con ese “algo” indestructible y más grande que todo pero conectado a todo (incluyéndote a ti mismo), puedes llamarlo Dios, espíritu, energía creadora, el poder de la energía o como decidas hacerlo.
En el estado más bajo (0) se encuentra la muerte.
Hawkins pudo determinar mediante pruebas kinesiológicas que el cuerpo físico se fortalece o debilita dependiendo del nivel en el cual nos encontremos así que cuanto más bajo estemos en la escala menos energía tendremos (estaremos en una frecuencia más baja) así que experimentaremos más pensamientos, más emociones negativas, mas enfermedad y carencia.
El Dr. Hawkins nos dice que: “Todos los niveles bajo 200 a la larga destruyen la vida en el individuo y en la sociedad y todos los niveles sobre 200 son expresiones constructivas de poder. El nivel decisivo de 200 es el umbral que divide las áreas generales entre fuerza y poder”.
Si nos manejamos por debajo de 200, nuestra consciencia es destructiva, negativa y no íntegra (no está completa). Hawkins llama estos niveles de consciencia “grados de falsedad” (fuerza) en contraste con los “grados de verdad” (poder) que son lo que están por encima de los 200.
Cualquier valor por debajo de 200 nos debilita para actuar así que se tiene que recurrir a la fuerza por lo cual nuestro cuerpo es más susceptible a enfermedades en cambio valores mayores a 200 nos empoderan y nos permiten ser dueños de nuestro destino.
Te dejo enseguida este maravilloso “Mapa de la Consciencia”:


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Nota lo “curioso”: Vergüenza y la culpa “vibran” en 20 y 30 respectivamente y antes te he mencionado que a 20 MHz se inicia la muerte esto es algo para pensar ¿no lo crees?
Ahora la pregunta clave es: ¿En cuál nivel o frecuencia estás?
Según el Dr. Hawkins el 85% de la gente en la Tierra vive por debajo del nivel de coraje (o valor), sin embargo el “Mapa de la Consciencia” no tiene como fin establecer un dualismo entre lo que es bueno o malo; Hawkins destaca una y otra vez que ningún nivel es “mejor” que otro sino que todos son sencillamente una forma que puede tomar nuestra consciencia así que esta herramienta es una mapa de crecimiento y estés en el nivel que estés siempre podrás ascender si así lo deseas.
Como ves la vibración y la frecuencia son temas de vital importancia en nuestra vida pues literalmente TODO ES ENERGÍA.  





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Activaciones internas glándula pineal, toroide, timo, chakras
Los chakras son los centros energéticos que reciben, asimilan y transmiten fuerzas vitales. Su nombre viene de la palabra en sánscrito cakra (pronunciado chakra, o chacra), que quiere decir "rueda". Cada uno de ellos regula elementos específicos de nuestra salud física y de nuestro bienestar mental y espiritual. Además, se puede decir que son unos puntos de energía desde donde se manifiesta la conciencia en diferentes niveles. Todos los chakras son importantes para nuestro bienestar, para el desarrollo de nuestro potencial humano, y para nuestra evolución espiritual.  
Las fuerzas que regulan los chakras van desde la más densa (la tierra), hasta la más sutil (la conciencia pura). Estas ruedas energéticas están dispuestas de abajo hacia arriba, comenzando por la base de la columna vertebral y hasta la corona de la cabeza. Los primeros chakras, de abajo hacia arriba, están asociados con nuestro ser físico e individual. El cuarto chakra funciona como un puente que conecta las dos dimensiones y los tres superiores se asocian a nuestro ser metafísico y universal, donde nos trascendemos.  

Primer chakra (Muladhara)  
El primer chakra es la raíz del sistema físico y energético.  
Asociado con el color rojo y con el elemento tierra, el primero de los centros energéticos que identifica la anatomía del yoga se relaciona con nuestra seguridad y supervivencia. Está ubicado en la base de la columna vertebral y se puede decir que es nuestra raíz, aquello que nos da arraigo física y

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emocionalmente. Es la energía que nos da la capacidad de satisfacer nuestras básicas, nos provee de una estabilidad en la vida, además de una seguridad emocional primordiales. La estabilidad material y mental nos da fuerza y sosiego. Es el chakra que se relaciona con la salud en general, el intestino, las piernas, los pies y la base de la columna. El primer chakra nos conecta con nuestro cuerpo físico y con todas las formas materiales de la existencia.  

Segundo chakra (Svadhisthana)  
El segundo chakra regula nuestra sensibilidad y nuestras relaciones.
El segundo chakra vibra en color naranja y gobierna la dulzura de la vida. Es la rueda energética que se asocia con cualidades como el placer, la sensibilidad, el movimiento, la sexualidad y procreación. Su elemento es el agua y, por ello, nos permite fluir con las circunstancias y adaptarnos a los cambios. En el cuerpo, está relacionado con las caderas y los genitales, los órganos reproductivos, los riñones y la vejiga. Cuando Svadisthana chakra está abierto y en equilibrio nos aporta expansión, receptividad, conexión con los demás y una manifestación saludable con las emociones. Nos da una apertura hacia las experiencias de la vida, nos abre al asombro y al disfrute de las experiencias sensoriales. El segundo se concibe como el chakra de las polaridades que se complementan.




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Tercer chakra (Manipura)  
Manipura chakra es el centro energético del poder personal y externo.  
Este chakra está asociado con el color amarillo y está ubicado en el plexo solar. Sus funciones se relacionan con el poder, voluntad, y alegría. Su elemento es el fuego. Gobierna el sistema digestivo y simbólicamente, el fuego interior de cada uno, ya sea la claridad en el camino, la ira o capacidad de transformación.  El tercer chakra tiene que ver con el poder personal. Se refleja en asumir la propia vida, en la capacidad de acción y autoafirmación ante el mundo. Es el centro energético relacionado con la confianza en uno mismo y la autoestima. Esta pulsión nos ayuda en la toma de decisiones y el enfrentarse a los riesgos, a establecer límites y necesidades ante nosotros mismos y los demás, y nos da voluntad de logro. Tiene que ver con los principios sobre los que decidimos vivir.


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Cuarto chakra: (Anahata)  
Anahata es representado por un loto de color verde y corresponde al elemento aire.  
El chakra del corazón, Anahata, es nuestro centro espiritual. Representa el equilibrio, la unión, la sanación y el amor. Actúa como un punto de conexión entre el mundo físico, al cual pertenecen los tres primeros chakras y la dimensión espiritual, al cual están ligados los tres siguientes. Es el primer chakra que trasciende el ego. Su sentido es el tacto, su elemento es el aire y en el cuerpo gobierna la salud de las vías respiratorias. Está localizado en el corazón y abarca la parte superior del pecho. De color verde o rosado, nos empodera y revitaliza con la fuerza del amor: la compasión, la integración con todo lo que se manifiesta en el mundo como energía divina, la armonía, el perdón, el amor de familia, la amistad, el amor hacia nosotros. El aire nos da vida y tiene la cualidad de la expansión y la libertad.  

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Quinto chakra (Vishuddha)  
El chakra de la garganta nos permite expresarnos y estar sintonizados con nuestra voz interior.  
El quinto chakra está relacionado con la comunicación, el sonido y la creatividad. Tiene una vibración azul turquesa y su elemento es el éter. Está ubicado en la garganta, y en el cuerpo se relaciona con el cuello, la garganta, la mandíbula y los dientes. Como es el centro energético de la creatividad y la comunicación, su energía se activa con la escritura, el canto, el expresarse con claridad y saber escuchar. También se asocia con el sonido, con el poder de la palabra para activar la conciencia, y con el poder sanador de las vibraciones, de donde se origina la energía de todo lo que se manifiesta. Es el primero de los chakras superiores y su nombre viene de la palabra "purificación" porque nos ayuda a encontrar y a expresar nuestra voz interior. Este centro de energía abre nuestro camino hacia la conciencia universal.  

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Sexto chakra (Ajna)  
Ajna chakra es también llamado tercer ojo. Nos conecta con una visión extrasensorial.  
El sexto chakra es de color índigo y su elemento es la luz. Este centro energético está localizado en aquel punto que en la tradición india se define como el “tercer ojo”, justo entre los dos ojos. El tercer ojo se concibe como el contacto con otros niveles de conciencia y con la visión que trasciende la materia. Algunas de sus cualidades son la intuición, la visualización, la imaginación y clarividencia. Físicamente su energía se conecta con la vista, la cabeza, y sus cualidades mentales afectan la memoria y la capacidad de concentración. La fuerza del ajna chakra es la intuición, nuestra capacidad de conectarnos con el espíritu y la sabiduría universal. Propios de esta rueda energética son la imaginación, la creación artística, los sueños y el poder de las visualizaciones.  


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Séptimo chakra (Sahasrara)  
El séptimo chakra nos da orientación mística y nos da una sensación de integración con algo más grande.  
El séptimo es el chakra de la conciencia pura. Es en centro de la trascendencia, el pensamiento y el entendimiento. Por lo general se asocia con el color violeta, aunque su energía es también de color blanco: la más alta vibración y aquella que abarca todos los colores existentes. Está ubicado en la corona, y representa la espiritualidad. Su elemento es el pensamiento, por lo que contiene el poder de la mente, el intelecto y gobierna nuestro sistema de creencias. En el cuerpo, su vibración se manifiesta en los huesos y la piel. Sahasrara chakra nos conecta con la inteligencia cósmica y nos da claridad y sentido en la vida. El séptimo chakra nos sintoniza con la gracia de nuestro ser verdadero y nos abre a la devoción. Se representa como una flor de loto de cien pétalos, como un símbolo de la iluminación.

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