Yo Superior

 Hoy hablaremos de qué es el Yo Superior.

Es muy posible que hayas oído esta expresión muchas veces. Se usa a menudo en muchos círculos de espiritualidad.

Según cómo se mire, este término puede causar confusión, porque si hablamos de que tenemos un “Yo Superior”, puede parecer que nosotros somos un “yo inferior” o algo parecido. Y esto no es verdad en absoluto. Nosotros no somos inferiores a nada.

Pero sí es verdad que hay una parte de nosotros que está más allá de nuestra percepción actual. En cierta manera, es como si nos “faltara” una parte, porque no la vemos. Y esto hace que nos sintamos incompletos.

El nombre es lo de menos. Podemos hablar del “Yo Superior” o llamarlo de muchas otras maneras.

Lo importante es ver que somos mucho más de lo que aparentamos a primera vista, y que podemos acceder a esta parte más amplia de nosotros.

Es el camino para reconectarnos con quienes somos de verdad.

Qué Es el Yo Superior en Realidad

El primer paso para entender bien qué es el Yo Superior es tomar conciencia de que hay una parte de nosotros que no vemos. Actualmente, la visión que tenemos de nosotros mismos no es completa.

Y esto es bastante fácil de comprobar.

Por ejemplo, la mayoría de nosotros no somos plenamente conscientes de todos los elementos de nuestro propio cuerpo. No somos conscientes de dónde están nuestras células y nuestros órganos en cada momento, ni de qué están haciendo, ni de cómo se sienten.

Tampoco somos conscientes de todas nuestras emociones. Muy a menudo sentimos cosas sin verlo con claridad o sin entenderlo del todo.

Tampoco somos conscientes de todos nuestros pensamientos. Pensamos y creemos muchas cosas sin darnos cuenta.

Y tampoco somos conscientes de la mayoría de nuestros recuerdos. Hemos hecho muchas cosas a lo largo de nuestra vida, y la mayoría no las recordamos. Y si no nos limitamos solo a esta existencia en la Tierra y vamos más atrás, aún recordamos menos.

Así que, si tenemos en cuenta nuestro cuerpo, nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestros recuerdos, podemos ver claramente que hay una parte de nosotros que vemos y otra parte que no vemos. Y la que no vemos es bastante mayor. Algo así:

Yo superiorEsta parte que no vemos es el Yo Superior.

Tu Yo Superior es simplemente la parte de ti que no ves.

Se puede usar el término “superior” en el sentido de que es mayor, pero en ningún caso hay que pensar que es mejor. Es una parte de ti igual que la que sí ves.

¿Por Qué Tenemos Yo Superior?

Un aspecto importante del Yo Superior es que no es algo que exista siempre como tal. No siempre hay una parte de nosotros que no vemos. Esto es algo que solo sucede cuando estamos en la Tierra (o en lugares parecidos).

Como ya hemos comentado varias veces (por ejemplo, en este artículo), tú existes desde siempre. Como la ciencia ya ha comprobado, en este universo todo es energía, y la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma.

Así que tú no te creaste nunca ni desaparecerás nunca, solo te vas transformando. Lo que llamamos “nacimiento” y “muerte” son solo transformaciones, no el principio ni el final de la vida. Existimos desde antes y existiremos después.

Pues bien, en este “antes” de venir a la Tierra no tenemos Yo Superior tal y como lo hemos definido aquí. El Yo Superior sigue existiendo, por supuesto, pero no tiene sentido llamarlo así, porque no lo percibimos como algo separado.

Cuando no estamos en la Tierra, somos plenamente conscientes de todo nuestro ser: todas nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestros recuerdos. Podríamos decir que cuando no estamos en la Tierra nosotros y nuestro Yo Superior nos unimos, aunque sería más correcto decir simplemente que nos percibimos a nosotros mismos como una unidad completa.

Una pregunta que puede surgir aquí es: ¿y por qué cuando venimos a la Tierra esto no es así? ¿Por qué cuando venimos a este planeta perdemos la visión de una parte de nosotros y la sentimos como algo separado?

Pues es una pregunta muy, muy importante. No la abordaremos hoy directamente, pero vale la pena meditar sobre ella si te interesa. Tiene que ver con el motivo por el que estamos aquí

¿Podemos Conectar con el Yo Superior?

Así pues, aquello que llamamos “Yo Superior” es simplemente la parte de nosotros que no vemos mientras estamos en este planeta.

Esto significa que el Yo Superior tiene todas las respuestas a las preguntas que no conocemos. Cualquier duda que tengas sobre ti, tu Yo Superior la sabe: por qué estás aquí, quién eres realmente, cuáles son tus emociones y tus creencias más profundas, cómo está tu cuerpo en cada momento, etc. Tu Yo Superior es la parte de ti de la que no eres consciente, así que tiene toda la información sobre ti que tú no ves.

Llegados hasta aquí, una pregunta importante es: ¿y podemos conectar con esta información?

Y la respuesta es que sí, por supuesto. No hay que olvidar que es una parte de nosotros.

De hecho, estar conectados con el Yo Superior es lo natural en nosotros. Lo “extraño” es lo contrario.

Y podemos recuperar este estado natural en cualquier momento.

Cómo Conectar con el Yo Superior

El camino para conectar con nuestro Yo Superior y recuperar la unidad de lo que realmente somos es muy simple: solo tenemos que explorar dentro de nosotros para descubrir las partes que ahora mismo no vemos. No hay que buscar nada fuera; todo está en nosotros.

Pero por muy simple que sea la idea principal, a la práctica nos cuesta. Y suele ir bien tener una serie de pasos más detallados.

Para no alargar mucho el artículo, hoy los comentamos solo por encima; pero si te interesa el tema, en otro artículo lo explicamos con más detalle (sin olvidar que los pasos concretos no son lo más importante; lo más importante es escucharte y mirar dentro de ti).

El primer paso para reconectarte con tu verdadera identidad es reconocer de forma consciente que hay una parte de ti que no ves. Toma conciencia de forma clara de que hay una parte de tu cuerpo, de tus emociones, de tus pensamientos y de tus recuerdos que no percibes.

Dedícale un tiempo a este paso. Aunque no veas cómo es la parte de ti que no ves, intenta sentir claramente que existe. Hay algo de ti que está más allá de tu percepción actual.

En esta primera parte del proceso, puedes sentirlo como algo externo si quieres. Pero intenta sentir que está allí.

A medida que lo sientas, intenta prestarle atención el máximo de tiempo posible durante tu día a día: cuando vas a comprar, cuando vas a trabajar, cuando estás con amigos… Intenta tener presente esta “nueva” parte de ti. De momento, da igual que no veas cómo es. Lo importante es que sientas que existe.

Y a partir de aquí, poco a poco, ves acercándote a ella. Puedes preguntarle cosas, si quieres, e intentar escuchar sus respuestas. Pregúntale quién es. Pregúntale qué opinión tiene de las cosas que te pasan.

Esto tiene una gran utilidad práctica, porque puedes obtener información muy valiosa sobre tu vida.

Pero lo más importante es que poco a poco te irás acostumbrando a su presencia, y cada vez la sentirás con más claridad.

Y esto abre la puerta al paso final: ver que esa otra parte también eres tú.

No es algo externo.

Es una parte de ti.

Es la parte de ti que tanto has echado de menos. Es el vacío que sientes desde que naciste.

Ha estado contigo en todo momento.

Simplemente estaba esperando que la miraras.

Un fuerte abrazo,

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