La magia del agradecimiento!
Tomado de la red
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Desde que somos pequeños, nos enseñan a dar las gracias cuando alguien nos hace un regalos o tienen algún detalle con nosotros.
Nos han enseñado a decir la palabra gracias, y eso está muy bien, pero lo que no se enseña tanto es a sentir el estado de agradecimiento, que es un sentimiento que hace vibrar el corazón con una determinada frecuencia.
“El agradecimiento es la memoria del corazón” – Lao Tze –
Esa memoria es lo que nos recuerda cómo pasar del victimismo y la desgracia, al camino de despertar la conciencia y vivir desde la realidad del Ser.
Pero, como sucede con el resto de las facetas de la vida, para aprender a agradecer hay que practicarlo.
Y para que se integre este aprendizaje, hay que aplicarlo a diario y en cualquier circunstancia, no sólo cuando las cosas nos vayan bien o tengamos motivos externos.
Las fases en la escalera del agradecimiento
El estado de Gracia pura es nuestra verdadera esencia en esta vida, pero para experimentar ese estado y conseguir la maestría del agradecimiento tenemos que pasar por una serie de fases, por así decirlo.
Voy a hacer un resumen de las fases que presenta Raimón Samsó, autor y conferenciante internacional, en su libro El Coach Iluminado:
“imagina que subes por una escalera de agradecimiento, al final de la cual te aguarda el estado de los dones, que es el estado de Gracia pura…”
Fase 1#
- El agradecimiento es una palabra sin significado. No se encuentran motivos para dar gracias, se tiene una sensación de que las cosas te pertenecen sin más, que eres el dueño de la tierra, los animales, las personas. Es un merecimiento sin causa. Todo son derechos y ningún deber. Las personas que están en esta fase se sienten superiores a los demás, cómo si la vida les debiese todo y ellos no tuviesen ningún deber.
Esta fase está vinculada con un estado de conciencia de victimismo en el que parece que nada depende de ti, sino de la buena o mala suerte. Se mueve en la polaridad victima/victimario, inocentes y culpables, un mundo de separación y competición en el que gana el más fuerte. Y esto, inevitablemente, lleva al sufrimiento.
Fase 2#
- Te familiarizas con la palabra “gracias “. Te puedes sentir agradecido cuando ocurren cosas buenas en tu vida, cuando alguien te hace un regalo o como muestra de buena educación. Normalmente, en esta fase se dice gracias de una forma automática y no tanto emocional. Es una reacción a una causa previa que nos mueve a actuar de esa manera. Aquí, para dar gracias, primero debemos haber recibido algo.
Esta fase te lleva a un estado de conciencia de empoderamiento: en el que comienzas a darte cuenta de que todo depende de uno mismo, que tus pensamientos y emociones influyen en la realidad que te rodea.
Comienzas a tomar mayor lucidez, aunque todavía es necesario esforzarte, mejorar, trabajar duro y luchar para aprender a superar los retos y obstáculos de la vida en el camino hacia el éxito.
Este es el escenario del cambio personal.
Fase 3#
- La gratitud es una actitud ante la vida, es un agradecimiento interno y silencioso que no cesa. Te sientes agradecido sin un motivo aparente, sin una causa previa, sin una razón lógica. Es un sentimiento que produce una profunda conexión con la vida y que es valioso por sí mismo. Desde este estado, se agradece sin esperar nada a cambio y, sobre todo, en cualquier situación sin depender de si la juzgamos como positiva o negativa.
El estado de conciencia asociado a esta fase es el llamado despertar. Desde aquí comprendemos que no existe la separación ni la individualidad. Todo está interconectado y fluye sin esfuerzo. No hay que hacer nada, sino ser.
Poco a poco vamos teniendo mayor claridad, o puede ocurrir momentos de revelación donde conectamos con la realidad del Ser.
Este es el camino que nos lleva hacia un estado de conciencia plena donde recordamos a cada instante quienes somos y que nuestro despertar inspira a otros a seguir su propio camino.
La conexión con el estado de Gracia
El recorrido de estas fases es lo que nos lleva del estado de desgracia a otro de Gracia.
Cuando agradeces por el profundo sentimiento que supone hacerlo, por la dicha y el gozo que despierta, sin justificaciones, entonces abres el canal de comunicación directa con tu verdadero Ser.
De esta manera, consigues atraer y manifestar en tu vida más abundancia de la que es posible agradecer.
No es un premio o un regalo, es la ley de correlación pura.
Es el lenguaje del Universo.
En palabras de Mabel Katz, autora y maestra de Hoóponopono a nivel mundial:
Decir “Gracias” es una forma de soltar lo que parece ser un problema y permitir que la inspiración aparezca con la respuesta perfecta y la solución a nuestro “problema”. Di “Gracias” sin apegos o expectativas. Di “Gracias” mientras te mantienes abierto y flexible.
Tú nunca sabes lo que puede venir como resultado de decir “Gracias”. Estate abierto a los milagros.
Decir “Gracias” es soltar opiniones y juicios. Es darnos cuenta de que no sabemos nada. Al decir “Gracias” damos permiso a una parte nuestra que sabe mejor, que tiene las soluciones a todos nuestros problemas, a que nos “inspire” y nos traiga lo que es perfecto y correcto en el momento ideal.
¡Despierta! Ejercita tu libre albedrio, tu libre elección. Date cuenta del poder de tus pensamientos. Eres el creador y puedes crear a través de ellos. Tus pensamientos son como imanes. Pregúntate “¿qué estoy atrayendo a mi vida en este momento?” Y descubrirás lo que estás pensando.
Un ejercicio simple para poner en práctica el agradecimiento interior
A modo de ejercicio, te proponemos que cada mañana al despertarte, recuerdes repasar tus agradecimientos.
Puedes empezar dando gracias por las cosas que tienes a tu alrededor como:
- la cama donde has descansado toda la noche
- la casa que te ha resguardado del frío
- la ropa que vistes
- el agua que sale de tu grifo y que te permite ducharte…
Hay millones de razones para agradecer por lo que ya tenemos, ahora mismo.
También, es interesante agradecer por lo que todavía no ha ocurrido, por ejemplo:
- El abrazo que puedes recibir
- Un viaje que aún no has realizado
- Una comida que no has probado
- Las caricias que llegarán
- Las nuevas canciones por escuchar y bailar
Esta es una forma de oración y sanación muy potente, porque centra tu atención en las cosas que realmente deseas y disfrutas en tu vida.
Además, eso marca el ritmo y la energía de tu día para que mantengas cerca todo aquello que agradeces y vivas desde un estado de mayor felicidad.
Sobre todo, céntrate en la sensación de gozo y disfrute que se despierta cuando estás agradeciendo estas cosas. Esa sensación o energía que se despierta es la que realmente produce el cambio de percepción que necesitas para transformar y sanar tu vida.
Y esta presente ahora, gratis, si tu lo decides y lo pones en práctica.
Esto no te lo puede quitar nadie y siempre va contigo donde quiera que estés.
La gratitud crea cambios en tu conciencia
Cuando estás sintiendo gratitud no hay lugar para los pensamientos negativos, y dejas mayor espacio para la felicidad.
Por otro lado, la gratitud nos acerca los unos a los otros y nos muestra, delicadamente, que la percepción de separación y miedo no son reales.
Y esto, nos conduce al estado de Gracia, nos lleva a abrirnos a experimentarla para poder recibirla y compartirla.
Cuando la experimentas te das cuenta de que no es algo extraordinario, sino que se vive como un estado natural que ha sido olvidado por los seres humanos.
Sólo cuando recuperamos este estado, es posible vivir en paz y felicidad sin límites.
Desde esta conexión, sabes intuitivamente cuándo pasar a la acción y cuándo no hacer nada y delegar en la Vida. Cuándo insistir y cuándo renunciar. No es un conocimiento intelectual sino esencial; una conexión con la Fuente que creemos haber perdido.
Desde la desconexión, vivimos resignados y víctimas de las circunstancias, cediendo nuestro poder a otros constantemente.
Vivir desde la Gracia es convertirte en un canal para que la consciencia Divina y la energía del amor se expresen a través de ti. Vivir desde la inspiración y creatividad constantes. Desde la Presencia que conmueve la realidad.
Sin esfuerzo, desde la simplicidad.
Como cuando ves a un bebé en los brazos de su madre, como se entrega a la vida, confiando plenamente en su cuidado.
¿Recuerdas? Tú también fuiste un bebé que confió 100%.
Cierra los ojos y busca en tu interior esa sensación que todavía permanece dentro de ti.
El gran regalo de la vida es tu Yo Soy
El Agradecimiento, es la puerta que te lleva a entregar tus pasos al amor para que te guíe, para que tu Corazón te diga a donde ir, que hacer, pensar o decir. A fin de cuentas, esa es la única parte de ti que sabe qué es lo mejor para ti. ¿Por qué no entregarle las riendas?
Ahora, ya sabes que el gran regalo no es obtener lo que deseas, sino recordar quién eres y conectar con el poder que puede concederte todo.
Cuando sabes que puedes tenerlo todo, dejas de necesitarlo, de desearlo, porque no estás buscando premios de consolación. Te basta con saber que tendrás todo lo que necesites para desempeñar tu propósito.
Ya sabes que el Agradecimiento es la gran herramienta interna para afrontar cualquier situación que se te presente y que te ayuda a despertar todo tu potencial.
Has aprendido que este recurso te llevará de las desgracias de tu vida a la Gracia.
Te dejo está conferencia de Sergi Torres, titulada “El poder del Agradecimiento” para que puedas seguir profundizando en el tema si lo deseas:
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