La valía personal

 La valía personal

valía personal

El concepto de valor humano es bastante indefinido y por lo tanto propenso a confusiones. Ya antiguamente cuando se quería definir el concepto de valía, no llegaban a conclusiones claras ya que ¿qué es ser válido?, ¿hay características que definan a alguien como válido?. Todas las personas nos equivocamos por el mero hecho de ser persona, es intrínseco a la persona equivocarse....

 

Después de mucho cavilar sobre la cuestión, No hay forma de definir valía en número de aciertos para incluirte, o número de errores para excluirte. Así mismo, no hay forma de valorarlo por la calidad de estos aciertos o errores.

 

Bien, ya sabemos que no hay manera de definir la valía. Quizás entonces si podamos definir la NO valía. ¿Qué es lo que le hace a una persona no válido? ¿no desarrollar las máximas capacidades significa ser no válido? ¿dónde ponemos el límite? ¿Un discapacitado es no válido?. Por supuesto la No valía tampoco se puede delimitar, ni demostrar de ninguna de las maneras.

 

No existe ninguna evidencia empírica que pruebe que alguien es válido o no válido. Aun el concepto de valor extrínseco – la valía que la gente atribuye a uno – no se puede precisar exactamente, ya que es un concepto bastante relativo. Cada persona puede fijarse en diferentes áreas para determinar quien es válido. Así, para Josu Ternera un etarra es un héroe digno de aprobación y para otros no simpatizantes es un asesino. En la Alemania Nazi un judío era un criminal y en Israel una persona digna de admiración, así podríamos continuar hasta el infinito, y seguro tu tienes algún ejemplo.

 

La confusión aumenta más todavía cuando las evaluaciones de los demás se toman como las de uno mismo, y esto es precisamente lo que aprendemos. Ya desde pequeños tomamos las valoraciones de los adultos como las verdaderas. En la vida adulta continuamos igual, se enseña que uno debe apreciarse cuando triunfa y debe odiarse cuando fracasa. Que es válido cuando hace unas cosas bien y debe no valorarse cuando las hace mal, y claro, como todos nos equivocamos tantas veces, obtenemos unos resultados muy poco afortunados, como sentimiento de culpa o baja autoestima.

 

Sin embargo, los hechos parecen demostrar que hay mucha gente a la que se valora incompetente extrínsecamente, pero se aprecian y se sienten poco o nada autoculpados, como es el caso de muchos deficientes mentales (vamos al extremo para comprenderlo mejor) así como también hay muchos casos de personas valoradas como competentes que se terminan suicidando.

 

Otro de los problemas es considerar la valía personal como camino de la felicidad y el disfrute, y como hemos visto en los ejemplos anteriores esto tampoco es cierto. No se es más digno cuando más feliz se es, ni la valía personal extrínseca es la que da la felicidad a uno.

 

Por lo tanto, hay razones claras para pensar que es insostenible considerarse con más valor que otros o con menos, ya que la valía personal no es algo extrínseco, sino intrínseco a cada ser por el mero hecho de SER.

 

La evaluación extrínseca de uno mismo depende de un concepto abstracto de cómo debería ser la humanidad, mientras que la evaluación intrínseca depende de un concepto único y singular de uno mismo. Por lo tanto es ilegítimo medir el valor personal en términos extrínsecos.

 

Finalmente, las personas estamos en continuo proceso, más que lo que somos  nos interesa lo que podemos llegar a ser. No somos un producto, sino un proceso. Por lo tanto, ¿no es ilógico considerarse no válido y hundirse en lugar de plantearnos qué objetivos quiero conseguir para sentirnos bien con nosotros mismos?. Esta alternativa, aparte de ser más lógica es más saludable.

 

¿De qué te sirve machacarte por el pasado, si ya ha pasado? ¿por qué gastar energía en algo que ya no tiene remedio? ¿no sería mejor poner todos nuestros esfuerzos en definir lo que quiero conseguir y lucharlo? Definitivamente es mucho mejor idea.

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