Círculo de mujeres

Qué es un círculo de mujeres? Si no has oído nunca hablar de los círculos de mujeres, aquí te contaré qué son, para qué sirven y cómo surgieron.
Aunque muchas de nosotras ya sabemos qué es un círculo de mujeres, es posible que algunas de mis lectoras no lo sepan.
Si no has oído nunca hablar de los círculos de mujeres, aquí te contaré qué son, para qué sirven y cómo surgieron.
Exploraremos los diversos tipos y propósitos y, lo más interesante, descubriremos qué nos aportan.
Si, por el contrario, ya sabes qué son, espero que esta información sirva para ampliar tu concepto de ellos y explorar sus posibilidades.

Sentarse en círculo

En su aspecto más básico y esencial, un círculo de mujeres es un grupo de mujeres que se sienta formando un círculo. Pueden estar sentadas en el suelo o en sillas. Se intentará, en la medida de lo posible, que todas estén sentadas a la misma altura.
Esta manera de sentarnos nos permite vernos unas a otras. Esto es sumamente importante porque nos ayudará a conectar y a conocernos desde el primer momento.
El círculo es, además de una forma, un principio, y se opone al orden social, al orden jerárquico que establece un nivel superior y uno inferior, que clasifica y compara a cada mujer individual con otras.
Jean Shinoda Bolen. El Millonésimo Círculo.
  • El Millonésimo Círculo

Cuando nos sentamos en círculo, desaparecen las jerarquías. Nadie es más que nadie. Todas hablamos, compartimos y aprendemos.
Círculo de mujeres

Origen del círculo de mujeres

El origen de los círculos es probablemente incierto. Sin embargo, el arte ritual, las pinturas y otras reliquias ceremoniales encontradas sugieren que los seres humanos ya se reunían con propósitos sagrados, hace más de 30.000 años.
Lo que sabemos por la arqueología, según revelan libros como When God Was a Woman o El Cáliz y la Espada, es que el sagrado femenino tenía gran importancia en aquellos rituales. Así lo atestiguan las estatuillas que representan a la Gran Madre, que se remontan al Paleolítico, el arte y los entierros de la época.
La arqueología nos muestra, asimismo, sociedades antiguas más igualitarias. Las mujeres tenían un mayor protagonismo en la vida social y religiosa. Esto sugiere que las mujeres también lideraban, y lo hacían en círculo.
Aún nos queda el recuerdo de algunas de estas sociedades. Por ejemplo, en algunos pueblos nativos, el aprendizaje y la transmisión de conocimientos todavía se realiza en círculos, tal vez en torno al fuego. O tal vez ya no sea así, pero hay un recuerdo reciente de que lo fue.
No tengo constancia de cuándo resurgió la idea moderna del círculo de mujeres, pero la experta en psicología femenina Jean Shinoda Bolen ya asistía a varios de ellos en 1985. Lo más probable es que resurgieran a finales de los años sesenta, con los grupos de Autoconciencia feminista.

Tipos de círculos

Los círculos de mujeres pueden ser de diversos tipos o tener distintos propósitos.
Según Kate Reed, en su libro The Sister Circles, un círculo de mujeres puede ser:
  • Abierto: públicamente abierto para todas las mujeres que quieran unirse de manera casual o esporádica.
  • Cerrado: un grupo privado que está trabajando profunda y unidamente, y está comprometido a reunirse regularmente.
  • De celebración: sirven para celebrar una ocasión especial.
  • De proyecto: las participantes se reúnen para trabajar unidas para lograr una meta o resultado.
Yo añadiría que también podemos encontrar círculos:
  • De terapia: facilitados expresamente por terapeutas.
  • De bienestar: donde exploramos juntas nuevas formas de pensar, sentir y actuar, más productivas y satisfactorias.
  • Sagrados: se utilizan velas, inciensos, un altar en el centro, meditación y otros elementos o rituales ancestrales que nos conectan con nuestra espiritualidad.
  • Seglares: no hay elementos sagrados que conecten con nuestro lado espiritual.
  • Presenciales: se celebran en casa de alguien o en una sala contratada.
  • Online: se celebran a través de Internet, por lo que se sirve de videoconferencias, foros y programas de mensajería para comunicarse.
  • Tienda roja: suelen estar decorados en rojo en honor a nuestra menstruación y su tema principal son los ciclos femeninos y nuestra sexualidad. Suelen estar orientados al retiro y al descanso.
Cada círculo es distinto y normalmente se clasifica en más de uno de los tipos anteriores.

Qué nos proporciona un círculo de mujeres

En las siguientes líneas te cuénto cuánto te beneficiará un círculo de mujeres.
Un círculo de mujeres nos proporciona un espacio para ser vistas, escuchadas y amadas, todas por igual.
Aprendemos a aceptarnos a nosotras mismas y aprendemos a aceptar a las demás. Sin juicios ni divisiones. Entendemos que nadie es mejor que nadie. Comprendemos que ningún círculo es mejor que otro, porque lo que intentamos crear es unidad.
Todas las voces importan y todas comparten. Nadie debe quedar en silencio pensando que lo que tiene que decir no tiene importancia, no es válido o popular.
Es un lugar donde dar y recibir en abundancia.
Entre todas creamos un espacio seguro y confidencial, donde compartir sin miedo.
Nos vemos reflejadas las unas en las otras. Dejamos de estar solas. Y dejamos de juzgarnos unas a otras. Más bien, nos consideramos unas a otras como espejos donde mirar y aprender de nosotras mismas.
Un círculo nos recarga de energía cuando nos sentimos débiles, frágiles o tristes.
Es un espacio donde sabes que puedes ser tú misma, sin máscaras.
Nos proporciona un tiempo de retiro para desconectar del mundo externo, de las redes sociales, de nuestro teléfono móvil… y sumergirnos en nosotras mismas.
En este sentido, puede decirse que un círculo de mujeres siempre es sagrado. Es un espacio de mayor silencio, y respeto hacia nosotras mismas, nuestras compañeras del círculo y el propio espacio.

Los círculos de mujeres: motor de cambio de la sociedad

Es interesantísima la propuesta de Jean Shinoda Bolen en su libro El Millonésimo Círculo: transformar el mundo a través de los círculos de mujeres.
En él sugiere trasladar el círculo ‘al lugar de trabajo o a la comunidad […] con ciertas modificaciones, a fin de que los hombres lo acepten y no se sientan intimidados por él’. Así, ‘las tareas que requieren colaboración experimentan una mejora. Surge un acercamiento emocional y una relación mucho menos jerarquizada entre las personas que trabajan juntas.’
En sus libros más reciente, Mensaje urgente a las mujeres y El nuevo movimiento global de las mujeres: construir círculos para transformar el mundo, Bolen profundiza en el círculo como herramienta de cambio social. En el primero de ellos hace un llamamiento a las mujeres para que, en nuestro reflejo del arquetipo universal de la Madre, y a través de los círculos, salvemos el planeta, la sociedad, la economía, las estructuras familiares, y con ello a nosotras mismas. Este es el libro que en breve utilizaremos en nuestros círculos.
Por su parte, un año antes de la publicación de El millonésimo círculo, Riane Eisler ya propuso el círculo mixto como formato ideal para analizar su libro El cáliz y la espada (The Chalice and the Blade). Este libro propone precisamente el regreso a los modelos «socidarios» (partnership o solidarios) de las sociedades neolíticas. (The Partnership Way, New Tools for Living and Learning, 1990)

El papel de la facilitadora en el círculo de mujeres

En todos los círculos, hay una o varias mujeres encargadas de convocar y organizar el círculo y sus contenidos. Son las facilitadoras.
La facilitadora, como su propio nombre indica, facilita. Esta es una nueva forma de liderazgo, apasionante y diferente del liderazgo tradicional.
Éste se conoce como liderazgo femenino, sin embargo, no debe ser exclusivo de las mujeres. De hecho, también podríamos llamarlo liderazgo socidario (partnership leadership). Los hombres pueden ejercerlo, y es deseable que lo hagan, pues esto impulsaría aún más el cambio.
En el modelo tradicional de dominio del más poderoso,  los líderes son reyes, emperadores, faraones, dictadores, directores, jefes… e incluso maestros y profesores.
Todos los anteriores tienen en común que el líder da las órdenes y controla a los demás. Incluso si el líder no trata de imponerse, los demás buscan las soluciones en sus palabras y su consejo.
La facilitadora, por el contrario, facilitacoordina, inspira a los demás a traer lo mejor de sí mismos. También los ayuda a encontrar sus propias respuestas.
Fomenta la creatividad  y la confianza, en lugar del miedo, la obediencia o la dependencia. No los amedrenta para que se sometan.
Es de hecho, un modelo de liderazgo muy deseable que está ganando popularidad en diversos campos.
Este es el tipo de liderazgo que encontrarás, o deberías de encontrar, en los círculos de mujeres

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