Tu hijo te eligió antes de nacer
El alma de tu hijo te eligió antes de nacer, para que seas su madre
Muchas tradiciones espirituales enseñan que el alma de un niño elige a sus padres. ¿Alguna vez escuchaste esta idea fascinante? Tal vez muchos se estén preguntando si de verdad hubieran elegido los padres que tienen, pero tenemos que entender que no se trata de una elección racional o intelectual como cuando elegimos algo en una estantería o en un catálogo, sino que tiene que ver con una atracción electromagnética.
Antes de elegir a las personas que se convertirán en nuestros padres, un alma recorre un camino espiritual. Para quienes creemos en la reencarnación, esta es una manera de entender que nada es fruto del azar, que cada alma antes de volver a la tierra hace una elección y determina qué padres podrán potencialmente permitirle concretar sus sueños.
Cuando llega el momento de volver a la tierra, un alma decide qué quiere aprender y qué camino quiere transitar en esta nueva existencia. Las almas, redefinen nuevos objetivos de aprendizaje y de modos de vida y hacen lo posible por encontrar padres que sean compatibles con estas necesidades y deseos.
El doctor Christophe Massin, psiquiatra y psicoterapeuta, lo expresa en su obra “el bebé y el amor”.
“Una conciencia no encarnada se siente invisiblemente atraída por esta pareja de padres, no desde el aspecto físico, sino más bien desde la energía particular que emana cada uno de ellos. Tanto para lo bueno como para lo malo.
Esta atracción se materializa a través de vibraciones, emanaciones emitidas por los futuros padres y los lazos del karma pueden jugar un rol importante.
Estos lazos del karma no llevan a encontrar seres con quienes podemos tener dificultades o bien con quienes podremos desarrollar una relación de amor profundo que nos acompañarán, nos apoyarán y nos ayudarán a concretar nuestros deseos.
El alma se siente atraída por padres que considera, podrán estimular la expresión de su cualidades y ayudarla a lograr eso para lo que vino a la tierra.”
Un alma puede también a ocupar un rol diferente del que ocupaba en una reencarnación precedente. A menudo vemos casos extraordinarios en los que muere un miembro de la familia y pocas semanas después sabemos que otro está por llegar. ¿Por qué no considerarlo un cambio de roles? Unos que se van y otros que llegan.
Cuando se concreta la conexión entre el alma y sus futuros padres, los niños que nacen son una especie de nexo de energía alrededor de las personas que eligieron, de manera tal que puedan nacer en las mejores condiciones y vivir una existencia plena cerca de su padre y su madre.
Antes de que una mamá dé a luz a su hijo, podemos imaginar que su alma la eligió porque sabe que con ella vivirá momentos únicos. Cuando un alma elige a sus padres, también ellos tienen una tarea que desempeñar.
A menudo, el alma elige una cualidad que desea expresar en particular o que desea estimular en sus padres o en su entorno. Por ejemplo, la compasión, la tolerancia o la generosidad.
Cada miembro de nuestra familia está allí para ayudarnos a revelar, desarrollar o hacer trascender un aspecto de nosotros mismos. Cada alma ha venido a mostrarnos quiénes somos. Muchas personas dicen sentirse diferentes, después de haberse convertido en padres.
Si alguien cercano nos hace vivir el abandono, por ejemplo, tal vez necesitemos desarrollar nuestra autonomía. Cuando existe un conflicto de karma, el amor que se desarrolla de manera natural en una familia, particularmente entre padres e hijos, brinda la posibilidad de preparar el terreno favorable para reparar y curar esas relaciones.
El fin último de estas almas es el de abrirnos al amor sin ninguna limitación. ¿Acaso no es ese el primer sentimiento profundo que tenemos hacia nuestros hijos? Esta apertura al amor nos ayuda a despertar, a respetarnos, a amarnos sin otras expectativas, sin juzgarnos, sin compararnos y sin manipularnos.
¿Y el rol de los padres?
Contrariamente a lo que podamos pensar, los padres también tienen una influencia sobre la elección del alma que harán nacer.
Nuestros objetivos personales, nuestras ideas diarias y nuestros sueños nos conducen de manera más o menos sinuosa hacia una conexión con un alma compatible: la de nuestros futuros hijos.
Este fenómeno de afinidad electiva es particularmente cierto en el caso de la mujer que se prepara para tener un niño. Las ideas que la animan durante el embarazo tendrán una incidencia más o menos directa sobre el alma a la que le está brindando la posibilidad de reaparecer en la tierra.
La atracción entre el niño y sus padres serán entonces recíproca. El alma de un lado y los padres del otro, crearán mutuamente un lazo invisible que los conducirá a su encuentro inevitable a través de una relación de padres e hijos.
En el caso de un hogar que recibe a muchos niños, también podemos pensar que las elecciones se dan entre las diferentes almas que van a nacer allí en función de sus objetivos y de las atracciones posibles entre unas y otras. El amor de hermanos.
Incluso, en las almas que se malogran antes de nacer, podemos pensar que eventualmente volverán en forma de otro embarazo dentro de la familia.
La fe nos hace pensar que un alma nos elige como padres y al mismo tiempo, nos coloca en una posición de responsabilidad enorme y de intentar hacer lo mejor por haber recibido esta bendición.
¿Crees en la reencarnación de las almas? ¡No dejes de comentar y compartir esta idea tan maravillosa.
Tomado de la red. Gracias
Antes de elegir a las personas que se convertirán en nuestros padres, un alma recorre un camino espiritual. Para quienes creemos en la reencarnación, esta es una manera de entender que nada es fruto del azar, que cada alma antes de volver a la tierra hace una elección y determina qué padres podrán potencialmente permitirle concretar sus sueños.
El doctor Christophe Massin, psiquiatra y psicoterapeuta, lo expresa en su obra “el bebé y el amor”.
“Una conciencia no encarnada se siente invisiblemente atraída por esta pareja de padres, no desde el aspecto físico, sino más bien desde la energía particular que emana cada uno de ellos. Tanto para lo bueno como para lo malo.
Esta atracción se materializa a través de vibraciones, emanaciones emitidas por los futuros padres y los lazos del karma pueden jugar un rol importante.
Estos lazos del karma no llevan a encontrar seres con quienes podemos tener dificultades o bien con quienes podremos desarrollar una relación de amor profundo que nos acompañarán, nos apoyarán y nos ayudarán a concretar nuestros deseos.
Un alma puede también a ocupar un rol diferente del que ocupaba en una reencarnación precedente. A menudo vemos casos extraordinarios en los que muere un miembro de la familia y pocas semanas después sabemos que otro está por llegar. ¿Por qué no considerarlo un cambio de roles? Unos que se van y otros que llegan.
Cuando se concreta la conexión entre el alma y sus futuros padres, los niños que nacen son una especie de nexo de energía alrededor de las personas que eligieron, de manera tal que puedan nacer en las mejores condiciones y vivir una existencia plena cerca de su padre y su madre.
Antes de que una mamá dé a luz a su hijo, podemos imaginar que su alma la eligió porque sabe que con ella vivirá momentos únicos. Cuando un alma elige a sus padres, también ellos tienen una tarea que desempeñar.
Cada miembro de nuestra familia está allí para ayudarnos a revelar, desarrollar o hacer trascender un aspecto de nosotros mismos. Cada alma ha venido a mostrarnos quiénes somos. Muchas personas dicen sentirse diferentes, después de haberse convertido en padres.
Si alguien cercano nos hace vivir el abandono, por ejemplo, tal vez necesitemos desarrollar nuestra autonomía. Cuando existe un conflicto de karma, el amor que se desarrolla de manera natural en una familia, particularmente entre padres e hijos, brinda la posibilidad de preparar el terreno favorable para reparar y curar esas relaciones.
¿Y el rol de los padres?
Contrariamente a lo que podamos pensar, los padres también tienen una influencia sobre la elección del alma que harán nacer.
Nuestros objetivos personales, nuestras ideas diarias y nuestros sueños nos conducen de manera más o menos sinuosa hacia una conexión con un alma compatible: la de nuestros futuros hijos.
Este fenómeno de afinidad electiva es particularmente cierto en el caso de la mujer que se prepara para tener un niño. Las ideas que la animan durante el embarazo tendrán una incidencia más o menos directa sobre el alma a la que le está brindando la posibilidad de reaparecer en la tierra.
La atracción entre el niño y sus padres serán entonces recíproca. El alma de un lado y los padres del otro, crearán mutuamente un lazo invisible que los conducirá a su encuentro inevitable a través de una relación de padres e hijos.
En el caso de un hogar que recibe a muchos niños, también podemos pensar que las elecciones se dan entre las diferentes almas que van a nacer allí en función de sus objetivos y de las atracciones posibles entre unas y otras. El amor de hermanos.
Incluso, en las almas que se malogran antes de nacer, podemos pensar que eventualmente volverán en forma de otro embarazo dentro de la familia.
La fe nos hace pensar que un alma nos elige como padres y al mismo tiempo, nos coloca en una posición de responsabilidad enorme y de intentar hacer lo mejor por haber recibido esta bendición.
¿Crees en la reencarnación de las almas? ¡No dejes de comentar y compartir esta idea tan maravillosa.
Tomado de la red. Gracias
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