Qué es el Japa Mala?

 

Japa mala: qué es y qué puede hacer por ti

en CONEXIÓN INTERIOR, SECRETOS

Leer, escuchar música, practicar deporte… o, por qué no, alcanzar esa sensación y dosis diaria de bienestar a través de un japa mala (pronunciado “yapa mala”). ¿Y eso qué es? Te preguntarás. Reconozco que pasó mucho tiempo hasta que asocié su nombre a su popular forma.

Tiene el aspecto de un “collar” aunque su significado conecta con su origen etimológico en sánscrito: mientras que “japa” significa “murmurar o rezar en voz baja”, el término de “mala” se traduce como “guirnalda”. Sería algo así como un rosario, un instrumento de gran valor espiritual utilizado en el hinduismo y el budismo para la repetición de mantras.

Puede que al leer esto último pienses que el japa mala no es para ti. La idea no es que termines de leer este post y te adentres en estas dos líneas de pensamiento (o sí, tú decides), sino que pruebes lo que el japa mala puede hacer por ti. Sólo necesitarás unos minutos al día para comprobar sus beneficios como poderosa técnica de meditación, créeme.

Piensa en un aspecto que desees mejorar o cambiar e intenta ponerle palabras. A ser posible, dos o tres. Puede ser una frase motivadora. Cuanto más sintética sea, mejor; te ayudará a mantener la concentración en su significado y al ser fruto de tus pensamientos, su impacto emocional está garantizado. Si hace falta, verbalízalo en voz alta y hazlo tuyo.

Una vez has escogido tu propio mantra, asegúrate de que te encuentras en un espacio silencioso y sin distracciones. Según el hinduismo y el budismo, el japa mala debe sujetarse con la mano derecha y ayudarse de los dedos pulgar, corazón y anular para sujetarlo e ir pasando cada una de las 108 cuentas de las que se compone. Es una forma de que no pierdas el hilo de las “bolitas” que llevas y evites así distraerte. Cuando llegues al penacho de hilos, no saltes por encima, comienza de nuevo en dirección opuesta.

No importa si prefieres recitar la frase en voz baja o en silencio, tener los ojos cerrados o abiertos. La única condición es que te sirvas de la respiración para sentir esa concentración que, junto a la repetición del mantra, te lleva a un estado de tranquilidad y serenidad.